El caso clínico del mes

Nuestro caso clínico del me de Marzo es:
Bruno
 
Vamos a empezar el mes contando una historia de un caso clínico con un gran final feliz.

 
 
 
  
Este perrito que vemos aquí es Bruno, no sabemos ni su edad ni su pasado pero sabemos que es un gran luchador.
 Una manada de galgos lo atrapó y lo dejaron muy mal herido, Bruno no podía moverse y estaba aterrorizado cuando Rocío lo encontró aún con vida pero tan asustado que apenas se dejaba tocar. Ella se encargó de traerlo a la consulta y allí lo sedamos y le pusimos analgésicos y antiinflamatorios para así poder ver el grado de destrozos que sufría su pequeño cuerpecito

Los daños eran graves, lamentablemente Bruno tenia perforado el pulmón derecho por varios orificios, los colmillos de esos galgos habían hecho más daño del que parecía, el resto de heridas no parecían tener mucha importancia pero esos tres orificios en el lado derecho del tórax si hacían peligrar la vida de Bruno.
Para entender la importancia de los daños que estaba sufriendo Bruno hay que entender un poco el mecanismo por el cual respiramos: el aire entra en los pulmones debido a que existe un vacío en la caja torácica es como si la parte externa del pulmón estuviese adherida a la cara interna de las costillas y músculos intercostales; el sistema nervioso envía la orden de forma continua de mover los músculos intercostales y el diafragma y como están adheridos a los pulmones hacen el vacío y hace que el aire entre a través de la nariz. Cuando existe un orificio de comunicación del exterior con los pulmones se pierde el vacío que existe y ese pulmón se colapsa de manera que si continúa colapsado mucho tiempo deja de servir para siempre.
Bruno tenia por tanto, el pulmón derecho colapsado y era cuestión de tiempo que comenzara a dañarse y dejar de ser útil. La cirugía llevó varias horas pero Bruno aguantó la anestesia con su único pulmón y tras restaurar todos los tejidos y estructuras posibles solo quedaba volver a conseguir ese vacío que se había perdido. Una vez todo bien cerrado Bruno despertó en pocos minutos y con muchas ganas de vivir comenzó a andar y a moverse aun algo molesto y dolorido.
Los tres días posteriores los pasó metido en una urna para oxigenoterapia de la que solo salía para hacer sus necesidades, realizar sus curas y recibir el tratamiento analgésico y antibiótico. Bruno no tenía ni un diente y tuvimos que alimentarlo con comida blanda alta en vitaminas y energía. Todo iba sobre ruedas para Bruno pero la cosa comenzó a complicarse.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Como era de esperar, la herida del tórax se infectó y hubo que abrírsela y comenzar las curas para que comenzara a cerrar poco a poco eliminando todos los días el pus que se producía e introduciendo pomadas cicatrizantes.
 
Bruno tuvo que soportar estas curas durante más de un mes, al no tener dueño, su casa era nuestra consulta y en poco tiempo nos acostumbramos a tenerlo con nosotros, resultó ser un perro cariñoso y obediente y por eso se ganó el cariño de todos y gracias a Rocío, Bruno fue acogido y vive felizmente en Madrid, ahora es el rey de la casa y sabe agradecer con cariño a sus nuevos adoptantes todo lo que están haciendo por él.
 
Bruno tuvo un final feliz, lamentablemente no pudimos localizar a sus antiguos dueños porque no tenía implantado el microchip. Por ello, tampoco sabemos nada de su pasado por lo que quizás sus dueños lo abandonaran intencionadamente o quizás aún lo estén buscando. Como Bruno hay muchos perros sin identificar por nuestras calles que tienen historias parecidas y que a veces no tienen la misma suerte. Un perro identificado, es un perro con futuro.
 
 
Nuestro caso clínico del me de Febrero es:
Willy Rex
Este mes os voy a contar la historia de un gato llamado Willy Rex. Este gatito llegó a la consulta en un estado bastante crítico, de hecho entró en estado de shock y hubo que ponerle un tubo endotraqueal y dejarlo con respiración asistida ya que él era incapaz de respirar por sí mismo.  También hubo que monitorizar su corazón mediante un electrocardiógrafo ya que en cualquier momento podía sufrir arritmias, fibrilaciones o lo que es peor entrar en parada cardiaca. Para poder controlar estos problemas también hubo que cogerle una vía intravenosa y ponerle suero por donde administraríamos todos los fármacos necesarios.

Y os preguntareis que cómo llegó Willy Rex a este estado. Pues hoy día sigue siendo una incógnita, porque el pobre gatito apareció en el suelo como si se hubiese caído pero era una altura demasiado baja para poder ocasionar a un gato con tanta habilidad esas consecuencias. Por otra parte, Willy mostraba síntomas de envenenamiento: extendía las extremidades y las dejaba superestiradas, su mandíbula estaba totalmente rígida y no podíamos abrirle la boca y además mostraba una respiración dificultosa. Todo indicaba que Willy Rex había tomado algo que no debía.

Pues aun sin saber muy bien que había pasado unas horas antes con Willy comenzamos a medicarlo contra todas las posibles opciones y sobretodo administrando fármacos que mantuvieran sus constantes vitales, la verdad que tan sólo lograr subirle la temperatura fue todo un reto. El pobre gato tenía menos de 30ºC(cuando la temperatura normal de un gato esta entre 37.5-39.5ºC)

Tras 4 horas en completo coma, Willy comenzó a responder. Primero pudimos quitarle la ventilación asistida y aunque aún estaba intubado, respiraba por sí solo. ¡¡¡Su sistema nervioso comenzaba a responder!!! Su temperatura subió y se mantuvo entre 38-39ºC, pero su corazón comenzó a latir  a 300 pulsaciones por minutos y eso era demasiado. Poco a poco se estabilizó de nuevo y tras 3 horas más en coma y luchando entre la vida y la muerte Willy optó por vivir y despertar!!! Que alegría nos dio ver sus primeros movimientos y observar cómo se incorporaba lentamente como si despertara de una mala pesadilla.

Esa noche Willy la pasó metido en la cámara de oxigeno y continuando su tratamiento pero sin necesidad de intubación ni de control cardiaco. Al día siguiente bebía agua como si la hubiese echado de menos y probaba algo de comida.

Willy se recupera poco a poco en casa, ya sube y baja las escaleras aun un poco mareado pero va cogiendo confianza. ¡¡¡Ha faltado poco Willy!!!!  En esta has gastado unas cuantas de vidas…

Nuestros casos clínicos del mes de Octubre son:
Puchi y Lula

Estas dos chihuahuas que tenemos aquí son Puchi y Lula y son madre he hija. Puchi tiene 6 años y se vino con su dueña desde Punta Cana, además, Puchi tuvo a Lula el año pasado mediante cesárea. Madre e hija van siempre juntas con su dueña Rocío pero el que más las mima es Alejandro, el hijo de Rocío.
  
Ninguna de ellas estaba castrada y en el último celo, en un descuido, tanto Puchi como Lula se escaparon.
Rocío estaba preocupada por el tamaño del perro que podría ser el padre de los futuros cachorritos ya que sus perritas son de pequeño tamaño y podrían sufrir un parto distócico y tener que someterlas a cesárea. Y además, también pensó: y después, ¿qué hacer con tantos perritos?
  
Este es un dilema que se le plantea a mucha gente, “qué hacer con tantos perritos”. Sin duda, la mejor solución siempre va a ser prevenir que nuestras perritas sean cubiertas y queden gestantes, pero a veces no es fácil controlar el instinto de los animales. Nuestras mascotas no saben distinguir cuando es el momento idóneo para su dueño para quedarse gestantes o si hay espacio en casa o no. Sólo se guían por las feromonas y por la necesidad del celo.
Es por lo que se debe esterilizar todo perro/a y gato/a que no vayamos a querer para criar. No debemos pensar que esterilizar a nuestro animal es una amputación, es quitarle algo que no le sirve y que además puede darle problemas. Es decir, no solo no es malo esterilizar sino que da salud a nuestras mascotas. Rocío lo sabe, y se alegra un montón de haberlas operado, ahora puede disfrutar de ellas dos con más tranquilidad porque no solo va a evitar a partir de ahora gestaciones no deseadas sino también tiene la tranquilidad de que enfermedades asociadas a los genitales femeninos ya no las va a padecer sus perritas.
 
En el caso de las hembras podemos tener dos tipos de problemas principales asociados a sus órganos genitales femeninos.
Uno de ellos se llama piómetra, y no es otra cosa que el llenado del útero de nuestra perrita con abundante pus hasta el extremo de que se llene tanto que ese útero se rompa y todo el pus caiga en abdomen produciéndole una peritonitis y la muerte en unas horas. La solución sería también quitarle ese útero infectado.
La otra enfermedad uterina en perras puede producirse a cualquier edad y es lo que llamamos embarazo psicológico, en el que nuestra perrita adopta objetos como suyos teniendo un comportamiento maternal exagerado en el que en ocasiones nos gruñe o llora al quitarle esos objetos, además son perritas capaces de dar leche y se producen mamitis que son dolorosas para nuestra perrita y todo esto, le ocurrirá al mes o dos meses de haber tenido el celo debido a unos quistes que se han desarrollado en su útero y que se quitan operándola.
Rocío ya puede estar tranquila, pues sus dos perritas no tienen ya ni útero ni ovarios y no van a sufrir ninguna de las enfermedades anteriores. Y por supuesto, ha ayudado a controlar el crecimiento de la población canina.
 Gracias Rocío, por confiar en nosotros.

Nuestro caso clínico del mes de Agosto es:
Aldeacertijo

Este caballo tordo de Raza Española y entero propiedad de D. José Valle es el  protagonista de la historia de nuestro caso clínico del mes.
Finalizaba el día 12 de Julio cuando D. José se disponía a mostrar a su caballo a un buen tratante de Marchena, cuando se vio sorprendido por un cólico de su animal, se encontraba con grandes dolores en el suelo y retorciéndose de dolor., presentaba la zona del ijar completamente inflada y no podía ponerse en pie.
Gracias a Dios, su dueño, D. José, decidió llamar rápidamente a nuestro número de urgencias para que fuera asistido de inmediato por David que al poco de recibir la llamada apareció con prisas por sacar todo el gas que tenía el caballo en el tracto gastrointestinal.
David siguió el protocolo de actuación en estos casos tan difíciles, en los que corre peligro la vida del animal. En principio hizo un sondaje nasogástrico, con una sonda flexible y consiguió introducirle vaselina. A continuación hizo lo más difícil y arriesgado, consistía en hacer una punción de ciego, para sacar directamente el aire del animal pudiendo así librarle de necrosis intestinales, sacándolo del cólico y salvando la vida de este caballo.
Por fin todo salió bien,  tras unas inyecciones y visitas, quedo completamente curado y ahora disfruta de su salud en su ganadería esperando que llegue una buena oportunidad para su dueño y para el pudiendo venderse, ya completamente sano.
 

Nuestro caso clínico del mes de Mayo es:
Scoby
Este pobre perro que tenemos aquí se llama Scoby, es un perro mestizo de tamaño mediano y de edad desconocida que llegó de urgencia a la consulta como podéis ver en el video. 




Está sufriendo los síntomas de una intoxicación por un grupo de tóxicos llamados organofosforados.
La rapidez con la que sus dueños lo trajeron fue lo que le dio a Scoby una oportunidad para seguir viviendo.
Scoby había ingerido algo en el campo y mientras que jugaba tranquilamente con los niños comenzó a mostrar síntomas de vómitos, diarreas y mucha debilidad. Al poco rato, comenzó con las mioclonias (microconvulsiones musculares) y ya no era capaz de sostenerse en pie.

Afortunadamente para Scoby, pudimos hacerle vomitar y realizarle un lavado gástrico, esto sólo es efectivo las dos primeras horas tras ingerir el veneno ya que de hacerlo más tarde la totalidad del tóxico estará prácticamente digerido y absorbido pasando a sangre.

Pero limpiarle el estómago no basta, ya que parte del veneno ya estaba produciendo consecuencias, lo que significa que había parte del veneno circulando ya en sangre.
Por suerte, este tipo de veneno tiene antídoto, pero si se pone muy avanzada la intoxicación el antídoto no es capaz de producir su efecto y combatir al veneno.
Pero Scoby tuvo de nuevo suerte, para él era pronto y tras varias repetidas dosis se recuperó sin consecuencias como podemos ver en el video.


 

Tenemos que tener en cuenta que un veneno está diseñado para matar rápidamente, si tenemos sospecha de que nuestro perro ha podido ingerir algún tipo de cebo, los pasos a seguir son: acudir lo más rápido posible al veterinario y en caso de demorarse en hacerlo, conseguir que vomite.
El mito de introducirle aceite es válido para algunos venenos pero no para todos, en este caso en concreto está contraindicado darle cualquier vomitivo oleoso porque el veneno se absorbería antes. Lo más idóneo es agua oxigenada diluida o bien agua tibia con un poco de sal. Pero aunque vomite, tenga en cuenta que son venenos y son sustancias de rápida absorción con lo que necesitaría también de atención veterinaria y administración de antídoto.
  No todas las intoxicaciones son finales felices debido a no actuar a tiempo. Pero afortunadamente Scoby se recuperó y regresó con sus dueños.

 
Nuestro caso clínico del mes de Marzo es:
Luca

Este cachorro de Braco Alemán es LUCA, un perrito que enfermó de la famosa Parvovirosis es esa enfermedad tan conocida que mata a tantos cachorros.
Es una enfermedad provocada por un virus muy patógeno y muy contagioso que afecta a los perros de hasta el año de edad aproximadamente.

Cuanto más corta edad tiene el cachorro menos posibilidades tiene de recuperarse debido al sistema inmune tan débil que tiene un cachorro pequeño. Pero existen vacunas contra este virus. Además es una vacuna muy efectiva pero su protocolo debe hacerse correctamente. La vacuna contiene el virus de la parvo “adormilado” y por ello, si no se realiza bajo control veterinario, puede pasar que la propia vacuna provoque la enfermedad.

 


 
Luca, como buen enfermo de parvo, llegó a la consulta con una diarrea abundante y muy muy acuosa, además con excesivos vómitos y en un estado de deshidratación preocupante. Con el tiempo, los vómitos y diarrea de un enfermo de parvo, se tornan sanguinolentas dando un olor característico a metálico. Esta sangre se produce porque el virus se multiplica en las células intestinales de los cachorros haciendo que mueran y provocando grandes úlceras en la mucosa intestinal llegando a veces a pequeños vasos sanguíneos que dan lugar a la hematoquecia y la hematemesis (sangre en heces y en vómito), a veces, rompen intestino provocando una peritonitis de la que ya no puede escapar el cachorro.


Luca llevaba tres días con diarreas y vómitos cuando llegó, no tenia apetito y no tenía fuerzas para moverse. Así que su dueño lo dejó hospitalizado y aquí le colocamos una vía venosa para introducirle suero y rehidratarlo y también para poder medicarlo.

Este paso a veces es complicado, porque si el animal está muy deshidratado, las venas estan muy finas y con poco volumen sanguíneo, con lo que lograr poner el catéter se hace casi imposible.
La cosa no parecía ir muy bien al principio porque al primer día de hospitalización, Luca comenzó a vomitar y a tener diarrea sanguinolenta.
Pero Luca fue fuerte, y con tres días más de hospitalización mejoró considerablemente, los vómitos y diarrea cesaron y comenzamos a introducirle dieta blanda y astringente. Seguramente las visitas de su dueño le ayudaron a recuperarse.
Cuando empezó a comer, su dueño se lo llevó a casa y en unos días más luca ya estaba por el campo jugando a ser cazador.

Es un perro muy alegre y juguetón y de los pocos que se alegran de venir a la consulta. Aquí lo tenemos, ¡hecho un toro!

 
 




Luca tuvo suerte, pero hay muchos cachorros que mueren en brazos de este virus, por ello, siempre recordamos que la prevención es el mejor tratamiento.
Nuestro caso clínico del mes de Febrero es:
Robin

Este gatito que tenemos aquí, no tenía dueño y había sufrido algún tipo de traumatismo o de mordedura de perro en la zona de la columna y no podía mover las extremidades posteriores.



Además de la parálisis de los miembros posteriores y de la atrofia muscular que tenía en las patitas traseras, el gatito también tenía incontinencia urinaria.

A la palpación se le notó un par de bultos en la zona de la columna. Sobresalían por el nivel de la piel. Eran dos abcesos de pus.







El daño estaba en la zona lumbar de la columna, en la radiografía se observaban una masa que rodeaba la columna en esa localización que correspondían perfectamente con los dos bultos.
Cuando se nos presenta algún tipo de parálisis, sobretodo si es de miembros posteriores hay que hacer una radiografía para valorar la columna. En este caso, se pudo ver que los abcesos eran los causantes de la sintomatología del gatito.
Lo que le ocurría era una compresión medular, es decir, los abcesos comprimen la médula espinal por donde discurren todos los nervios de la parte posterior del animal, entre estos nervios están los de las extremidades y los del esfínter urinario con lo que la transmisión del impulso nervioso no es efectiva y se produce la inutilidad de las estructuras que inerva el nervio.

Hubo que estirparle los dos abcesos, se cerraron y se comenzó con el tratamiento postoperatorio. Todos los días había que hacerle curas y asegurarse de que el abceso no volvía a producir pus. Por ese motivo se quedaba en la consulta todos los días para poder atenderlo de cerca. Y en poco tiempo se ganó el cariño de nosotros.

Daba un poco de pena al ver que no mejoraba, pero un día, el gatito ya no mojaba la jaula, y parecía tener algo más de agilidad. Así que, comenzamos con los paseitos por la consulta para que ejercitara sus músculos.
En tres semanas comenzó a andar, levantaba las patitas débilmente y aunque a veces se caía, se volvía a levantar y conseguía llegar a donde quería. ¡¡¡Este gato es toda una inspiración!!! Volvió a andar con toda normalidad, increíblemente hace una vida totalmente normal sin necesidad de cuidados extra. Es todo un luchador.




Ahora se llama Robin, y ya tiene dueña que no es otra que Beatriz, la veterinaria de la consulta, que tras ganarse su cariño, no pudo dejar que se fuese de nuevo.

Por eso, hay que agradecer a AMDARA por el trabajo tan entregado que hace con estos animales desprotegidos, ya que fueron sus colaboradores quienes lo trajeron y gracias a ello, Robin hoy anda y tiene un hogar.
 
 
Nuestro caso clínico del mes de Enero es:
Milagrito

Esta perrita que tenemos aquí no es otra que Milagrito. Es una podenca de unos 2 meses de edad y con una mirada muy tierna, salta a la vista, y claro… nos conquistó desde el primer momento. Milagrito vivía junto con otros perros adultos y uno no se lo pensó y le atacó, dejándole su diminuto cuerpecito lleno de mordeduras, ¡cuánto dolor para un animalito tan pequeño!
Su dueño la trajo corriendo a la consulta para ver si podía hacer algo por ella, ya que aunque llevaba poco tiempo acompañándolo le tenía mucho cariño y no quería que le pasara nada.
¡¡¡No sabíamos por que herida empezar!!! Pero Milagrito fue una campeona y aguantó perfectamente  toda la cirugía. Es una perrita muy fuerte y con muchas ganas de vivir.
Cuando un perro muerde a otro, a veces, sólo vemos el orificio de entrada del diente pero bajo la piel puede esconderse un daño mayor.  Los daños de las mordeduras en Milagrito parecían pocos, esa perra le había dejado como un colador, pero en realidad tenia más lesiones de las que parecían. Para empezar, tenía el abdomen perforado y se salía al exterior una estructura llamada omento que es la que vemos en la fotografía. 

Otra herida bastante importante que tenia milagrito era en la zona inguinal, tuvo suerte, pues por esa zona discurren venas y arterias de vital importancia las cuales resultaron intactas. Y finalmente, bajo uno de los orificios que tenia en la pata había un gran hueco ocasionado por el desgarro del colmillo.


Eso parecía todo, milagrito comenzó su tratamiento postoperatorio y en pocos días mejoró aunque parecía un poco cojita. Una de sus patitas no tenia una buena movilidad, tenia lo que se llama un déficit propioceptivo que consiste en un problema nervioso en el que el animal no es capaz de notar en su cerebro la posición de la extremidad afectada por eso, no era capaz de colocar bien su patita y se le quedaba  en esa posición.

 Pero llamaba la atención una cosa, y es que milagrito apoyara más precisamente la extremidad con déficit propioceptivo en vez de hacerlo con la que aparentemente tenia más sana, así que, la revisamos otra vez y encontramos otra herida profunda en el muslo de la extremidad contraria. ¡¡Pobre Milagrito!! La reintervenimos y pudimos restaurarle la musculatura de su pequeño muslito.
 ¡¡Ahora si!! En apenas una semana Milagrito andaba por la consulta con bastante destreza. Gracias al tratamiento postoperatorio recuperó la propiocepción de la patita y volvió a casa con su dueño, el cual nos la traía cada dos por tres a visitarnos para hacerle una revisión.
 Milagrito hoy es una perra normal, no le han quedado secuelas, puede moverse con total normalidad y además de tener un olfato excelente según nos cuenta su dueño. Será una gran cazadora.
Y así fue la historia de Milagrito, que llegó a la consulta sin nombre y salió bautizada.

Nuestro caso clínico del mes de Noviembre es:
Riki
Riki es un perrito muy Jugueton y simpático que ha tenido una infancia muy dura. El pobre estuvo hospitalizado hace algún tiempo con una posible parvovirosis, de la que se recuperó. Después de recuperarse, empezó con un cuadro nervioso, con dificultad para andar y moverse mirad el vídeo que os adjuntamos.



Pensamos que podía ser Moquillo así que les planteamos a los propietarios la posibilidad de hacer una analítica. Ellos sin dudarlo ni un segundo dijeron que sí. En la analítica no salieron suficientes anticuerpos frente al moquillo, pero por lo característico de los síntomas y después de hablar con un gran investigador, D. Joan Cunill decidimos instaurar un tratamiento muy novedoso que la verdad es que nos ha ido muy bien. Aquí os dejamos la imágenes del Riki actualmente que continúa con el tratamiento.


 
Nuestro caso clínico del mes de Octubre es:
Noa
 

Noa ha tenido un seroma en la babilla. A esta perrita le deberíamos poner una cama en la consulta pues está con nosotros casi más que en su casa. La pobre ha tenido muchas cositas y viene con mucha frecuencia. Lo último ha sido este seroma, que es un acúmulo de líquido en su caso en la babilla. Estuvo varios días viniendo para sacarle el líquido pero ya esta muy bien y sigue tan contenta y revoltosa como de costumbre. De hecho se sigue durmiendo la siesta encima de su dueña que la quiere un montón y la cuida como nadie.
 
Nuestro caso clínico del mes de Agosto es:
Tana
Tana tiene siete años y en agosto de 2009 le diagnosticamos leishmania. Vino a la consulta con unas heridas en las orejas, en el cuello y en otras partes del cuerpo que no le curaban bien. Su familia se las había curado pero no mejoraban. Tanbién nos contaban sus dueños que estaba muy triste y no quería jugar.



Cuando llegó a la consulta le planteamos a sus dueños la enfermedad que podía tener y que debíamos hacerle una analítica para confirmarlo. No lo dudaron ni un segundo y le hicimos la analítica que nos confirmó lo que pensábamos ¡¡leishmania!!.  Acto seguido comenzamos el tratamiento poniéndole unas inyecciones durante un mes y dándole unas pastillitas que se está tomando todavía hoy, pues esta enfermedad la mejoramos mucho pero la podemos curar. 



Hoy en día esta muy contenta, juega y hace una vida totalmente normal. Tiene una revisión dos veces al año que sus propietarios cumplen rigurosamente donde se le repite la analítica y valoramos el tratamiento.


Ánimo Tana que estas cada día más guapa.


Nuestro caso clínico del mes de Julio es:
Kitty


Kitty es una perrita que todavía no tiene el año. Vino a la consulta por que tenía un prolapso de recto. Esto es que el culete se le salió hacia afuera. Podréis pensar QUE!!!!!!!!!!!! Pues sí, eso. Tanto, tanto empujó que se le salió el culete hacia afuera. Este prolapso de recto suele estar relacionado con dietas con poca fibra, o con parasitosis intensas o en ocasiones no se sabe bien por que se presenta.


Estais deseando ver una foto de Kitty verdad, pues aquí está.


A que tiene cara de simpática, pues lo es. Es una perrita muy, muy buena que su dueño, Francisco cuida muy bien y con mucho cariño.
Pues bien, os cuento; la pobre de Kitty vino a la consulta con su prolapso, se lo recolocamos en su sitio, le dimos un puntito en el culito para que no se le saliera de nuevo y la dejamos a dieta estricta unos días. 


Esta foto no es de Kitty por que no queremos desvelar su intimidad, pero esto es lo que le pasaba a ella.

Después de 10 días, empezamos a darle de comer con tan mala suerte que el prolapso volvió a salir.
Nuevamente repetimos la operación completa. A los 15 días volvió a salirse y tuvimos que hacer una operación más grande. Le abrimos la barrigita, suturamos parte del recto a la pared del abdomen y ahora si que se quedó perfecta. Ahora esta comiendo de todo y ha engordado todos los kilos que perdió.

Os pongo finalmente una foto de Kitty con su dueño.

Nuestro caso clínico del mes de Junio es:

Margarita

Margarita es una vaca que atendió nuestro compañero Francisco de un prolapso de útero. Os preguntareis; ¿qué es eso?, pues os lo explico. Margarita parió un ternerito precioso pero cuando el ternerito había terminado de nacer, ella se sentía molesta y siguió empujando mucho, tanto, tanto empujó que se le salió el útero fuera. 

La verdad es que costó mucho trabajo recolocar el útero en su sitio, pero después de varias horas de intenso trabajo, al fin se consiguió reintroducir y Margarita se quedó tranquila.




Después se suturó muy bien toda la vulva para evitar que se volviera a salir.




Y aquí está nuestro campeón después de una dura tarde de trabajo, aunque mereció la pena.

Nuestro caso clínico del mes de Mayo es:

Gocco
Nuestro Gocco, todavía es un cachorro de Bulldog Francés, ya que nació el pasado 20 de agosto del 2010 y tiene la gran suerte de contar con unos dueños que lo cuidan con cariño y están superpendientes de él.

Es un perro muy fuerte, tan fuerte ... que corre y salta como nadie!!!

Pero os preguntaréis " entonces, ¿qué le ha pasado a Gocco?", Os lo voy a contar ahora :

Como os he dicho es un perro muy fuerte, pero aún es un cachorro y sus huesos no están completamente osificados, completamente unidos, por lo que tienes zonas del hueso aún bastante débiles como es normal a su edad. 

Un día Gocco, con su gran fuerza, tiró de sus músculos de la pierna, haciendo un esfuerzo intenso, tan, tan fuerte... que separó parte de la tibia del resto hueso. 

El pobre vino a la consulta cojito, y sus dueños muy preocupados por él. Le hicimos una radiografía y vimos que tenía parte de la tibia separada del resto del hueso, como una fractura. Recomendamos a los dueños que lo trasladaran a un Traumatologo  Especializado para poder operarlo con éxito , a lo cual sus dueños   no lo pensaron ni un momento y accedieron a llevarlo para ser operado a pesar de lo costosa que era la cirugía.

Le pusieron dos clavos y un cerclaje como se ve en la foto.


Podéis ver también la zona de la patita donde tenía puestos los clavos.



Después de más de mes y medio de espera, por fin Gocco está estupendamente, se le han quitado ya los clavos y sigue en su casa tan contento como siempre.

Os dejo una foto que ha hecho Estefanía donde sale Gocco con una luz que parece triunfal. 



Enorabuena Gocco, eres un campeón!!!