jueves, 19 de enero de 2012

Moquillo canino


¿Qué es el moquillo canino?

El moquillo es una infección de origen viral altamente contagiosa para los perros. Se produce por culpa de un Paramixovirus del género Morbilivirus y suele afectar al aparato gastrointestinal y al aparato respiratorio del animal.







¿A quién afecta?

  • A los animales no vacunados, jóvenes o adultos (aunque es más común en los cachorros).
  • A perros vacunados con anterioridad pero que no han recibido ninguna inyección de repetición.
  • A perros viejos que desarrollan encefalitis crónica del perro viejo.


Cómo se transmite el moquillo?

El virus se transmite por vía aérea, de manera que es muy fácil que se extienda y se propague de un lugar a otro; transportado en nuestra ropa, zapatos, neumáticos del coche... Es muy dificil evitar que un perro se exponga al virus.
El virus del moquillo se llega a transmitir por:
  • Contacto directo con fluidos corporales de un perro infectado.
  • Contacto directo con comida y agua contaminadas por estos fluidos.
  • Contacto directo con los lugares contaminados (cualquier parque o zona habitual para perros puede ser caldo de cultivo de esta enfermedad).
  • Una corriente de aire.
Una vez inhalado, el virus pasa a las amígdalas palatinas y a los ganglios bronquiales, siguiendo su recorrido hasta el corriente sanguíneo. En 48 horas el virus ya se ha extendido por todo el organismo.



¿Cuáles son los síntomas?

El virus del moquillo tiene un período de incubación de cuatro a diez días. Lo primero que podemos apreciar en un perro infectado es que:
  • Tiene fiebre (40°C).
  • Le lagrimean los ojos.
  • Le salen mucosidades de la nariz.
  • Le ha disminuido de apetito.

Esta fase dura dos o tres días hasta que aparecen los síntomas más graves de la enfermedad:
  • Síntomas digestivos: diarrea, vómito, estomatitis y amigdalitis.
  • Síntomas respiratorios: tos, disnea y moquillo mucosopurulento en caso de sobreinfección bacteriana.
  • Síntomas oculares: conjuntivitis purulenta.
  • Síntomas cutáneos: pústulas.
  • Síntomas nerviosos: convulsiones, parálisis, contracciones musculares, polineuritis y meningoencefalitis.




Tratamiento

Hasta hace muy poco no existía ningún tratamiento específico para curar esta enfermedad, la previa vacunación era el único medio de protege al perro.
Actualmente hay un tratamiento descrito por D. Joan Cunill Aixelá del Centro Veterinario Delphis que está dando muy buenos resultados para el tratamiento de esta enfermedad.
Aunque los antibióticos no destruyen el virus, se suelen recetar con objeto de prevenir o tratar las complicaciones bacterianas secundarias (problemas respiratorios, conjuntivitis, diarrea, vómitos, etc.). También se limpia de secreciones nasales y oculares al perro y si éste presenta signos neurológicos, es necesario administrarle sedantes y anticonvulsionantes.



¿Cómo prevenir el moquillo?

Mediante la vacunación.
Aplicar un buen protocolo vacunal siendo cachorro.
Poner los correspondientes recuerdos anuales de la vacuna.