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El hecho de
que los perros no sean capaces solos de cepillarse los dientes como nosotros,
no significa que no tengamos que cuidar de su higiene dental. En realidad, es
frecuente que las mascotas con la edad empiecen a tener problemas en la
dentadura, mal olor (halitosis), sarro, perdida de piezas dentales, etc.
Uno de los
más frecuentes es el sarro, se origina a partir de la placa dental, (bacterias
y hongos junto con restos de comida) que queda sobre la
superficie del diente. Sobre ésta se depositan sustancias minerales que contiene la saliva,
formando las placas de sarro.
Es una
patología inicialmente leve pero que puede llegar a ser muy peligrosa
produciendo la caída de los dientes y problemas de corazón.
Veamos cómo
va progresando esta patología.
Aquí podemos
ver una boca sana
Si esa boca
no se cuida con el tiempo va produciendo el sarro como vemos en este esquema
Como podemos
ver el sarro se va acumulando en la encía hasta que finalmente se llega al
desprendimiento de los dientes
Tenemos que
intentar no llegar a este estado, pues aquí la pérdida de piezas dentales ya es
muy elevada y la calidad de vida nuestra mascota se deteriora mucho.
Como
consecuencia de este sarro se produce un olor bucal muy desagradable
(halitosis), lo que dificulta la convivencia con nuestra mascota
Además de todo
esto, el sarro puede producir úlceras
bucales, estomatitis, artritis, nefritis y endocarditis bacteriana.
¿Cómo
lo podemos prevenir?
La prevención
empieza desde cachorro, no por que no se vean los dientes amarillos podemos
pensar que no hace falta prevención. Además, gran parte de la prevención va
asociada con la educación y el aprendizaje del perro, por tanto cuanto antes
mejor.
En primer lugar
la alimentación. Los restos de comida casera se quedan con más facilidad entre
los dientes lo que facilita la formación de sarro. Por eso se recomienda la
alimentación solamente con alimento seco y duro. ¡NUNCA RESTOS DE COMIDA CASERA!
En segundo
lugar, los perros necesitan morder cosas duras que les ayuden a limpiar los
dientes. Por esto el pienso seco y los jueguetes duros que les obligan a
masticar con fuerza.
Una práctica muy
recomendable es cepillar los dientes de nuestra mascota 2 o 3 veces a la
semana. Al igual que en las personas el cepillo de dientes evita que se acumule
la placa en las encías. No se puede usar nuestra pasta de dientes pues tiene
compuestos como el flúor que pueden ser tóxicos para nuestra mascota, pero
existen pasta de dientes específicas para perros cuyo uso es muy recomendable.
Podemos usar
también barritas dentales y juguetes bucales que facilitan la limpieza de los
dientes y dificultan la salida del sarro.
Cuando ya existe
el problema, tenemos que realizar una limpieza de boca para eliminar el sarro
creado y tener cuidados después de esta para evitar que vuelva a salir.
La limpieza de
boca es una técnica sencilla y segura por la que mediante ultrasonidos se
elimina el sarro acumulado en la encía.
Os dejamos un vídeo explicativo de todo lo expuesto.
Gracias a esto podemos
conseguir que nuestro perro tenga una
sonrisa impecable.